miércoles, 18 de diciembre de 2013

"El 20% del fracaso escolar en España está relacionado con pacientes TDAH que no reciben una atención especial en las aulas"

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) está detrás del 20% del fracaso escolar, según pone de manifiesto el 'Informe TDAH en España', elaborado por más de 200 expertos del campo científico, asistencial, educativo y socioeconómico.

Fulgencio Madrid, presidente de la Federación Española de asociaciones de ayuda al déficit de atención e hiperactividad (FEEADAH), explica que se trata de un "trastorno de alto riesgo crónico, que acompaña a la persona durante toda su vida, y que presenta en la mayoría de los casos una alta comorbilidad". 

En las aulas, los expertos señalan que se trata de una "discapacidad invisible", cuyo diagnóstico clínico debe realizarlo un facultativo con entrenamiento –un médico, un psicólogo o neuropediatra que conozca las necesidades del TDAH- que obtenga la información pertinente a través de la escuela, de los padres y del propio niño, mediante una exploración psicológica. 

En cualquier caso, para combatir el alto porcentaje de fracaso escolar asociado a este trastorno, el diagnóstico del TDAH –defiende Fulgencio– debe verse acompañado de una serie de apoyos educativos. Este viernes, en Aragón, se dio un primer "paso en positivo" al respecto con la publicación del proyecto de educación inclusiva en el que se reconoce por primera vez a estos niños en el grupo de alumnos con necesidades específicas (AcNEAE).

"Es una reivindicación que llevamos muchos años pidiendo porque eran chicos que quedaban en terreno de nadie, a pesar de ser los más susceptibles de tener fracaso escolar. Creemos que este proyecto es un primer paso contra esta situación de indefensión en la que se encuentran, pero debe conllevar una mayor dotación de profesorado para garantizar una atención especializada y de calidad", valora Juan Antonio Planas, presidente de la Confederación de Organizaciones de Psicopedagogía y Orientación de España (COPOE) y profesor en el IES Tiempos Modernos de Zaragoza. 

Según informaron fuentes del departamento de Educación a Heraldo.es, este proyecto de inclusión educativa, que actualiza una normativa "obsoleta" que data de los años 90, entrará en vigor el próximo curso académico 2014-1015 y supondrá una inversión de un millón de euros, con los cuales "se persigue aumentar un 10% el personal en materia orientativa", precisan. Para ello, se crearán cuatro nuevos equipos de orientación que prestarán apoyo a un abanico más amplio de alumnos con dificultades de aprendizaje, tales como la dislexia, el trastorno específico del lenguaje y el trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad.
Apoyo a las familias
Actualmente, en Aragón, dos asociaciones trabajan a diario para ayudar a estos menores y sus familias. Una de ellas es AATEDA, con sede en el Actur. La otra es Atenciona, donde siete profesionales prestan apoyo a 160 familias en grupos de alumnos que van desde los 5 a los 15 años. José Luis Comín, uno de los psicólogos del centro,subraya la importancia de un "diagnóstico temprano" para evitar –entre otras cosas- que las etiquetas de "niño vago, travieso o maleducado" hagan mella en la autoestima de quienes padecen este trastorno neurobiológico y acaben arrastrando un sentimiento de culpa, tristeza o frustración. 

Así pues, en ambas asociaciones aseguran que la mayoría de los menores con los que trabajan llegan con la autoestima muy baja. "Con estos chavales, además de realizar entrenamientos para habilitar su atención y ejercicios de apoyo educativo, se trabaja esa parte emocional porque vienen rotos, ven que su historia ha sido fracaso tras fracaso y se ven con poca motivación e ilusión para seguir el curso escolar. Hacemos talleres para reforzar su autoestima, trabajamos en grupo las habilidades sociales y que adquieran una mejor imagen de ellos mismos", explica Comín.

A los padres, el diagnóstico les ayuda a vencer la incertidumbre de no saber qué está pasando con sus hijos. "En el momento en que le pones nombre, de alguna manera te anima a buscar más alternativas, a buscar ayuda o maneras de tratamiento", añade la psicóloga Victoria Morales.
Tratamiento
Según el Proyecto PANDAH, el tratamiento farmacológico que precisan algunos niños cuesta una media de 50 euros mensuales. Pero lo que encarece todavía más el proceso es que dicho tratamiento debe combinarse con otras terapias y estrategias (clases de refuerzo, logopedia, psicólogo, actividades deportivas para canalizar el exceso de energía, etc.). Según recoge el ‘Informe TDAH en España’, se estima que los niños con TDAH sin refuerzo escolar podrían no superar la ESO hasta en el 50% de los casos. Un gasto que no todas las familias pueden afrontar.

"Tenemos familias que están trabajando aquí por la beca, porque si no, no tienen ningún poder adquisitivo para ser atendidos. Pero nos encontramos con casos en los que todavía no han sido concedidas. Nos han dicho que dejaban los tratamientos y nosotros no se les hemos permitido porque vemos que la necesidad está", cuenta Comín.

En ambas asociaciones abogan por que los colegios realicen una adaptación metodológica en casos como estos, una reivindicación de las familias que con la entrada en vigor de este proyecto de inclusión estaría más cerca de cumplirse en las aulas. "Hay formas sencillas de ayudarlos con la voluntad del profesorado: que estén siempre en primeras filas, lejos de las ventanas, que las órdenes que se les dieran fueran adaptadas o que los exámenes estuvieran formulados de otra manera", defiende Comín. "Un niño que está diagnosticado con TDAH necesita un poquito más de tiempo. Hay niños que en cuanto ven dos folios llenos de letra se niegan a hacerlo porque piensan que van a fracasar, si les presentas el ejercicio de una forma diferente, lo afrontarían de otra manera y se conseguirían resultados más positivos", concluyen.

(fuente: Heraldo.es 24/11/2013)

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