martes, 4 de septiembre de 2012

EL TDAH Y LAS DIFICULTADES EN EL APRENDIAJE



Marta tiene siete años, desde que empezó el curso sus notas cada vez han ido empeorando más, aunque cada vez dedica más tiempo a estudiar. Su madre ve que la niña cada vez se esfuerza más pero que el tutor le manifiesta que Marta no avanza. A la hora de hacer los deberes le cuesta más que a sus compañeros, poder entenderlos y poder hacerlos resulta una misión interminable. Desde hace poco han diagnosticado a Marta con TDAH. Pero…

¿Qué es el TDAH?

  El Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad es un trastorno de origen neurobiológico que se caracteriza por tres síntomas clave: déficit de atención, hiperatividad e impulsividad.

Déficit de Atención
Hiperactividad
Impulsividad
Dificultades para concentrarse
Distracción fácil
Pérdida u olvido de objetos, citas…
Dificultad para seguir órdenes
Movimiento excesivo o inapropiado
Habla excesiva u oportuna
Emisión de ruidos

Desinhibición
Actuar sin pensar
Dificultad para planificar

1.      La lectura
Los errores más habituales que encontramos en la lectura de estos niños son:
Omisiones: el niño no lee, se salta, determinadas letras y/o palabras.
Adicciones: el niño añade letras y/o palabras.
Repeticiones de palabras: el niño vuelve a leer las mismas palabras.
Sustituciones de palabras: cambia unas letras y/o palabras por otras.
Vacilaciones: tarda más tiempo de lo normal en realizar la lectura.
Incorrecta vocalización de las palabras: debido a la rapidez con la que intenta leer
Otros: errores de puntuación, comas y puntos, la acentuación y la entonación.
2.      Cálculo y matemáticas
Existen dificultades para utilizar el pensamiento lógico y convertir lo concreto en abstracto. Esto significa que delante del enunciado de un problema pueden tener dificultades para imaginarse lo que se le está pidiendo y no hacen una abstracción de los datos. Otros errores que pueden manifestar son:
      Errores de comprensión: por una lectura precipitada, por saltarse información importante para resolver el problema, dando una respuesta rápida que no repasan
    Dificultades en operaciones automáticas: sumas, restas, divisiones y multiplicaciones, incluso en algunos casos no llegando a incorporar de forma definitiva las tablas de multiplicar.
3.      La escritura
Normalmente presentan una pobre psicomotricidad fina que se ve reflejada en las habilidades manuales (colorear, cortar, escribir…). Este y otros factores afectan en:
    La caligrafía: es irregular y poco organizada.
    La copia: al copiar hacen más errores ya que tienen dificultades en la atención sostenida.
    Omisiones y adicciones al escribir.
   Ortografía: les cuesta memorizar las reglas y a veces aunque las conozcan cometen errores al intentar aplicarlas.
4.      Habla
Acostumbran a presentar una falta de organización y de reflexión, debido a que su pensamiento va más rápido, esto origina que:

  •    Parezca que hablen sin sentido
  •    Hablen en exceso y de forma impulsiva porque no son capaces de aplazar su respuesta.
  •     Se distraen con su propio discurso.



 Dicho trastorno afecta entre el 3 y 7 % de la población infantil lo que supone situar a dicho trastorno como el más frecuente en la infancia. Además, dos terceras partes de estos niños seguirán presentando dificultades en el control de la atención, de la impulsividad y de la hiperactividad en la edad adulta, por lo que actualmente es considerado un trastorno crónico. Aún así, una detección a tiempo puede suponer un gran beneficio en todos sus ámbitos. Para poder entender mejor el TDAH tenemos que tener en cuenta que este cumple como criterios los siguientes aspectos:


  • Un nivel de inatención, o de hiperactividad e impulsividad inadecuado para la edad del niño.
  • Unos síntomas que empiezan antes de los siete años de edad.
  • Un deterioro en al menos dos ambientes de la vida del niño o adolescente (en casa, en el colegio, con los amigos…)
  • Que dura al menos seis meses.
  • Que no se debe a otro problema psiquiátrico o médico ni al consumo de determinadas sustancias.

Dicho trastorno tiene un efecto muy negativo sobre el que lo padece, dado que a largo plazo, si no se trata correctamente, produce una disminución del rendimiento académico que desemboca en fracaso escolar. Además, puede afectar al desarrollo emocional y social del niño, pudiendo desarrollar síntomas depresivos o presentar comportamientos negativistas: desobediencias progresivas, desafío a la autoridad…llegando a problemas de conducta mucho mayores.

¿Cómo se diagnóstica el TDAH?

 El diagnóstico es clínico y lo debe hacer un profesional conocedor del tema. Este,  mediante entrevista con los padres y el niño, evaluación de información de los profesores, examen físico y pruebas complementarias descartará que no se trate de otro problema. Todas las pruebas médicas y exámenes psicológicos sirven para para ayudar al diagnóstico de TDAH, pero no hay pruebas definitivas.
Aun así, desde la Clínica San Sebastián optamos por una evaluación que se asemeja a la que se aconseja desde el Protocolo Imat, elaborado por la Universidad de las Islas Baleares. Este protocolo basa su evaluación en la aplicación una serie de pruebas que conlleva un proceso de diferentes decisiones clínicas. Entre dichas pruebas encontramos:


  • Entrevista semiestructurada para padres basada en la propuesta de R. A. Barkley.
  • Las escalas: ADHD Rating Scale –IV, de DuPaul et al., para padres y maestros.
  • La exploración psicopatològica a través del Child Behaviour Checklist de Achenbach (CBCL).
  • La Tarea de Atención Sostenida en la Infancia (CSAT) de Servera & Llabrés
  • Otras tareas atencionales: fundamentalmente la tarea de atención selectiva d2.
  • Escala de Inteligencia Wechsler para Niños (WISC-IV).
  • Registros de observación comportamental de los evaluadores.

Podéis consultar más información sobre el Protocolo Imat en el siguiente enlace:

¿Qué dificultades de aprendizaje presentan los niños con TDAH?

Aunque tengan capacidad y un nivel de inteligencia normal, estos niños y adolescentes se encuentran con obstáculos específicos para aprender que provocan retrasos académicos significativos. Barkley (1982) afirma que entre el 60% y el 80% de los niños con TDAH tiene problemas escolares.

 Los niños y adolescentes con TDAH se precipitan al hacer el trabajo, memorizan incorrectamente los textos por una lectura precipitada, no son capaces de inhibir los estímulos irrelevantes para hacer una tarea, no repasan los ejercicios, no reflexionan sobre  los problemas que realizan, pierden el material o lo olvidan, no son capaces de seguir las instrucciones…todo esto lleva a que tengan déficits en determinadas asignaturas que sin un tratamiento específico pueden acabar convirtiéndose en trastornos graves como: la disortografía, la discalculia, la disgrafia, y otros trastornos asociados a la lectura.

En la siguiente tabla encontrareis algunas de las dificultades concretas que pueden presentan estos niños en el aprendizaje (no hemos de olvidar que cada caso será particular y cada niño podrá presentar o cometer diferentes dificultades/errores):


¿Qué se puede hacer desde la escuela?

La principal actuación en la escuela se realizará dentro del aula, por eso os recomendamos algunas pautas generales a seguir dentro de esta.


  1. Establecer rutinas muy concretas, fomentar la organización e implantar metas adecuadas a las dificultades del estudiante (siempre adecuando nuestras expectativas al niño), siempre reconociendo e elogiando sus avances y esfuerzo.
  2.  Supervisar, siempre que sea posible, el trabajo del alumno y la organización de la agenda.
  3. Planificar los cambios con antelación, evitando distracciones y consiguiendo que el niño entienda lo que hay que hacer.
  4. Potenciar que el alumno participe frecuentemente dentro del aula. Así conseguiremos que mejore las relaciones con sus compañeros y aumentaremos su nivel atencional.
  5.  Fomentar la calidad de las tareas en vez de la cantidad.
  6. Dar instrucciones estableciendo contacto ocular o acercándonos, así aseguramos que el niño nos está atendiendo. Además, se deben dar las instrucciones de una en una, siendo estas muy concretas, cortas y en un lenguaje positivo. Siempre acordándose de elogiar inmediatamente cuando estas instrucciones se han cumplido.
  7. Las explicaciones que se realicen en clase tendrán que estar estructuradas y organizadas, asegurando siempre la comprensión del niño.
  8. Los deberes y tareas tienen que tener un formato simple y claro (podemos facilitar estas, evitando que se copien los enunciados de los ejercicios, proporcionando actividades para hacer con el ordenador, haciendo actividades o exámenes tipo test…). No hay que olvidar que en el caso de actividades largas, convendrá fragmentar estas. 
  9. No hacer comparaciones e intentar utilizar estrategias que ayuden a mejorar el comportamiento y la autoestima del niño.

Os recomendamos el libro de la Asociación Adana “Guía práctica para educadores: El alumno con TDAH” que podéis encontrar en el siguiente enlace: http://www.fundacionadana.org/publicaciones/libro  aquí encontrareis varios recursos y estrategias para actuar dentro del aula.

También os recomendamos los siguientes enlaces:


¡Esperamos que la información que os hemos ofrecido haya sido de utilidad e interés y esperamos vuestros comentarios y dudas!