Actualmente en tiempos de crisis dónde
es difícil conseguir trabajo y los salarios sufren unos considerables recortes.
Hemos considerado importante hablar de burnout o síndrome de estar quemado.
Este se da cuando a causa del trabajo sufrimos una fatiga mental y física
continua. Una de sus posibles causas es la sobrecarga laboral, dado que esta
genera una disminución en la calidad del trabajo tanto cualitativamente como
cuantitativamente.
Los síntomas que presenta una persona
con burnout pueden manifestarse en forma de un agotamiento emocional dónde
disminuyen o se pierden los recursos emocionales, siendo menos sensibles con
las demás personas y más exigentes y duros con uno mismo. Se pueden desarrollar
despersonalizaciones consistentes en actitudes negativas, insensibilidad y
cinismo hacia otras personas. Así como una tendencia a evaluar el propio
trabajo de forma negativa, sintiendo insuficiencia profesional y baja
autoestima. Algunos síntomas físicos son los dolores de cabeza, insomnio,
dificultades gastrointestinales o falta de concentración.
Todos estos síntomas aparecen cuando,
después de estar sometidos a un esfuerzo laboral crónico y desproporcionado, el
cuerpo reacciona como si hubiera agotado todas sus reservas de energía. Los
científicos han identificado que detrás de esta sensación hay una importante
hipoactividad de las glándulas adrenales. Estas, producen
hormonas para ayudar a afrontar situaciones de emergencia, movilizar los
nutrientes y garantizar que todos los órganos disponen de la cantidad de azúcar
que necesitan para funcionar y mantener la presión sanguínea, entre otras
funciones. Eso explica por qué cuando las glándulas están exhaustas, los músculos se fatigan, se pierden reflejos, las digestiones son lentas
y pesadas, y se presenta un sistema inmune que no responde
adecuadamente.
La debilidad de las glándulas adrenales aumenta aún más si el individuo ingiere pocas proteínas y muchos azúcares, o consume cafeína y alcohol en ingentes cantidades.
Se estima que al menos 43 millones de trabajadores europeos padecen burnout, los más afectados son psicoterapeutas, médicos, enfermeros y personal de rescate, que sufren lo que se conoce como "desgaste por empatía", que incide especialmente si se trabaja con niños.
La debilidad de las glándulas adrenales aumenta aún más si el individuo ingiere pocas proteínas y muchos azúcares, o consume cafeína y alcohol en ingentes cantidades.
Se estima que al menos 43 millones de trabajadores europeos padecen burnout, los más afectados son psicoterapeutas, médicos, enfermeros y personal de rescate, que sufren lo que se conoce como "desgaste por empatía", que incide especialmente si se trabaja con niños.
¿Cómo podemos prevenir e intervenir en el síndrome
de quemarse por el trabajo? Gil-Monte y Peiró (1997) proponen tres categorías de
estrategias: estrategias individuales, grupales y organizacionales.
A nivel individual se considera que la
evitación o escape nos va a facilitar la aparición de este síndrome, al
contrario de lo que sucede si utilizamos estrategias centradas en el problema o
en el afrontamiento de control. Es importante que se utilicen técnicas para el
manejo eficaz del tiempo en el que se consiga delegar responsabilidades, así
como en solución de problemas y asertividad. Es conveniente tomar pequeños momentos
de descanso durante el trabajo, marcarse objetivos que sean reales y
consideremos que es factible que los consigamos. Aumente y conserve las
amistades que le proporcionen interacciones satisfactorias y elimine o
neutralice sus fuentes de estrés. No hay que dudar en solicitar ayuda cuando el
trabajo es excesivo o no se está preparado para afrontarlo. Compartir los
problemas laborales, las dudas u opiniones con los compañeros de trabajo nos ayudará
a neutralizar las consecuencias negativas del estrés que estos producen.
A nivel grupal es importante fomentar
el apoyo social entre los compañeros, ya que mediante estos se obtendrá nueva
información, adquirirá nuevas habilidades, obtendrá refuerzos y feedback sobre
las tareas realizadas, consiguiendo apoyo emocional y consejos entre otros tipos
de ayuda. Es importante entrenar a los compañeros y supervisores en dar
retroalimentación así como en técnicas de afrontamiento. Por otra parte, a
nivel organizacional desde el centro de trabajo es conveniente diseñar una
estrategia general de salud laboral y prevención de posibles riesgos que
abarque dicha problemática a nivel organizativo.
En cualquier caso, si crees que estas
padeciendo un caso de burnout no dudes en pedir ayuda a un especialista. Aquí
os dejamos algunas pautas para la prevención que os aconsejamos que sigáis.
Puntos clave
para la prevención:
1. Proceso personal de adaptación de expectativas a la realidad cotidiana.
2. Formación en emociones.
3. Equilibrio de áreas vitales: familia, amigos, aficiones, descanso, trabajo.
4. Fomento de buena atmósfera de equipo: espacios comunes, objetivos comunes.
5. Limitar a un máximo la agenda.
6. Apoyarse en los compañeros de trabajo.
8. Adecuada y justa jornada laboral.
9. Dialogo efectivo.
1. Proceso personal de adaptación de expectativas a la realidad cotidiana.
2. Formación en emociones.
3. Equilibrio de áreas vitales: familia, amigos, aficiones, descanso, trabajo.
4. Fomento de buena atmósfera de equipo: espacios comunes, objetivos comunes.
5. Limitar a un máximo la agenda.
6. Apoyarse en los compañeros de trabajo.
8. Adecuada y justa jornada laboral.
9. Dialogo efectivo.